Alejandro Monroy o el músico total

Contundente: estaba destinado a ser músico.  Su familia lo ha sido, lo es y a juzgar por la voz de María Antonia, su hija, lo seguirá siendo. 

Alejandro Monroy ha sabido caminar su vida entre los sonidos colombianos, el poder abrasador latino y el rock and roll de todos los tintes incluido el más fuerte. Por herencia también tiene un sentido del humor que rompe el hielo y por ello se hace fácil hablar con él.  Esto fue lo que le contó a Mtres.co sobre su banda ENe PEi, su tributo a AC-DC, la herencia humorística musical con los Hermanos Monroy, su trabajo en la radio y otras cosas relacionadas con su gran pasión: la música.

Mtres.co – Todo el mundo tiene un inicio de la historia. ¿Cómo y cuál fue el suyo?

A.M – “Empezar de hecho para la banda fue muy sencillo. La época pedía un estilo de música como el que queríamos hacer. Sobre los inicios de los 90’s nuestra necesidad era poder equiparar a Megadeth, Metallica, Slayer, Slaughter, aún sin saber tocar un acorde; esto representó nuestro primer problema. Éramos tan solo tres amigos y como dice Santiago Segura, en su “inspiradora” película Isi/Disi: El rock es de amigos. Nos cansamos de “parodiar” nuestras bandas preferidas no con guitarras pues aún no sabíamos tocar, sino con raquetas cómo guitarras, escobas como bajos, cojines como batería y decidimos que era hora de  solucionar el primer inconveniente: evidentemente, no saber tocar. Así que aprendimos.

Luego se presentó la disyuntiva por a qué se debía sonar. En la primera oleada de los noventas el rock mexicano seguía haciendo las cosas bien, Y de hecho fue siempre, el rock manito una de mis fuertes influencias. Tal vez lo folclórico, tal vez lo histriónico, en algunos casos gracioso, pero siempre con una identidad muy definida. Y así inició el camino. En Colombia creo que hasta la época, nuestro rock colombiano aún carece de una identidad.

ENePEI en Ozzy Bar
ENePEI en Ozzy Bar

Iniciar también significó preguntarse un poco por mi herencia. El apellido siempre pesó, Los Hermanos Monroy habían dejado en la gente una huella de calidad e irreverencia en sus actuaciones, pero más que nada, un gran aprecio en el corazón de los colombianos. Y por supuesto sembraron en mí la necesidad de mezclar en un gran caldo de cultivo el humor, el rock y el folclor. Es importante aclarar en esta entrevista y de una vez por todas,  que yo no soy hijo de los hermanos Monroy, soy hijo de UNO no más.

Por ello para la banda y su propuesta fue sencillo iniciar, NPI (el nombre de la época) triunfaba en festivales y batallas de bandas de colegio, pues su propuesta era tan única, como su puesta en escena”

Mtres.co – Profundicemos en su sello.  El diferentísimo sonido de su banda.

A.M – “En este momento a ENePEI (nombre actual) y como desde el principio, nos interesa innovar. Aunque suene pretencioso, la idea sonora de la banda es procurar una identidad única y definida por el rock colombiano. Pero sin utilizar siempre las consabidas fórmulas del folclor del Atlántico – Pacífico. Nuestra inquietud ha sido permanentemente por el sonido andino de nuestra música tradicional colombiana: la de tiple, requinto y guitarra. No ha sido una tarea sencilla, Musicalmente hablando el rock es binario y la música colombiana andina resulta ser ternaria, es como tratar de meter un cuadrado dentro de un triángulo, ambos proporcionalmente iguales”

Mtres.co-  Lo cual nos lleva a preguntarnos por el secreto para tener un proyecto tan longevo, tan claro, tan único y con tanta calidad.

A.M – “Aunque este año con ENePEI cumpliríamos ya 21 años de existencia, en realidad el trabajo, el sudor, la locomotora roquera, viene desde el 2008. Año en el que retomamos nuestras andanzas, en el que planeamos nuestro primer disco lanzado en 2010, el “Buenas y Santas”. Una coproducción colombo-mexicana, que con la producción musical de Galileo Ochoa (Cuca) le demostró al mundo, que el rock colombiano puede ser fuerte, pesado y a la vez puede recordarnos quiénes somos, tradicionalmente de dónde venimos, recordarnos que los tiples melódicos y los riffs roqueros, pueden comulgar y crear una identidad sonora para un país tan enamorado de las tendencias foráneas”

 Mtres.co – ¿Según lo experiencias cuál es el panorama del rock colombiano hoy?

A.M – “Comencé en una época en que ser músico y “rockero” no estaba muy bien visto, casi no había rockers. Éramos muy pocos pero todos teníamos muchas ganas. Ahora el promedio del músico por cuadra en los barrios se incrementó en un 100%, lo que no garantiza una buena calidad pero por lo menos si varias opciones.

ENe PEi en vivo
ENe PEi en vivo

Hay propuestas interesantes, hay talento, pero como siempre faltan medios. No en cantidad sino en calidad. Medios dónde les interese la relación directa con los músicos, no con los managers, ni las disqueras. Donde no sólo les interese la forma sino el fondo de las propuestas musicales, medios que indaguen, medios inquietos, pues hay mucho más que las cinco o seis propuestas que se presentan siempre en el abanico del rock Colombiano.

Tuvimos una época de oro entre los setentas y los ochentas, bandas increíbles que jamás tuvieron un reconocimiento de los medios masivos. En los noventas el segundo boom del rock colombiano, tuvo por moda un mayor ruido. Creo que es el momento de tener una tercera mejor época; En la que las bandas salgan de su zona de confort, del uso fácil de la fórmula que promueven los medios masivos. Es el momento de retomar la necesidad de darle una identidad propia, única y original al rock colombiano… igual la tercera podría ser la vencida”

Mtres.co – Cambiemos a otro ángulo. Siempre es instructivo saber qué escuchan los músicos. ¿Qué oye ahora?

A.M –  “Hoy en día admiro el minimalismo musical. Hacer que lo justo sea lo mejor, la complejidad de lo sencillo. En esto sin lugar a dudas, son maestros bandas como AC/DC, a quienes con un poderoso riff  ¡les basta y sobra para volarte los sesos!

Aunque el rock clásico progresivo, Jethro Tull, Rush, son de las cosas que más disfruto escuchar, ahora me estoy interesando por bandas como Royal Blood, Wolfmother que hacen algo contundente con las más simples herramientas musicales. Pero en mi reproductor no puede faltar un buen blues de Joe Bonamassa o el impredecible Jack White. Y por supuesto, un par de bambucos y pasillos”.

Mtres.co- Una de las cosas que más disfruto cuando se puede es ver el tributo colombiano a AC/DC.  Son realmente buenos. ¿Cómo fue la historia de empezar este tributo?

A.M – “La gente de la disquera de AC/DC buscaba un tributo que equiparara la energía y la calidad de la banda en vivo para lanzar su disco “Black Ice” (2008). Mauricio Leguízamo (The Black Cat Bone) sugirió que nosotros podíamos presentar el tributo. Sobra decir que TBCB es una de mis bandas preferidas. Fue como una revelación. La sola idea de poder representar a Angus Young o a Brian Johnson (uno de los dos) me representaba un reto que acepté sin dudar.

Al inicio yo interpretaba solamente a Angus Young, pero la gente no entendía porque no era yo quien cantaba, pues con mi banda de covers hacía la guitarra pero también imitaba la voz de Brian Johnson, más como parte de un juego. Así que para el tributo me animé y terminé haciendo los riffs, los solos, el duck walk, las piruetas de Angus ah… y también las voces raspadas de Johnson.

El 21 octubre 2008 a la medianoche lanzamos en Colombia y como parte de una campaña a nivel mundial, El “Black Ice” de AC/DC. Teóricamente somos el tributo oficial en Colombia de AC/DC”

Mtres.co – Desde hace unos años está haciendo algo en lo cual su familia fue ampliamente reconocida en Colombia: Humor musical.  ¿Cuáles son las dificultades y retos al hacer humor para una emisora?

A.M – “¡Todos! Los retos son diarios sobre todo cuando tu equipo eres tú sólo!

Hay que escudriñar a diario los periódicos para poder encontrar noticias no repetidas, en un país que recicla noticias diariamente. Luego encontrarle un giro creativo, divertido. Particularmente son complejas las que son realmente bizarras o tristes. Finalmente encontrar un tema musical que se ajuste a la noticia, la imitación correcta, la trova bien rimada. En una producción de nueve canciones diarias, la idea es que la mayoría produzcan risa y ahí está el mayor reto”

Mtres.co – No es fácil ser un músico total, con tantas facetas. Trabajar y conocer la música tradicional colombiana y moverse fluido en el rock.  ¿Cuál es el balance de toda esta lucha?

A.M – “Lo mejor es sin lugar a dudas el escenario. Es el momento cumbre de cualquier músico. Cuando te enfrentas a ti mismo, al público implacable, te das cuenta si lo que estás haciendo va bien o va directo literalmente “de culo pal estanco” o mejor pal estanquillo… Pero la adrenalina, la satisfacción de encontrar respuesta positiva a tu música es indescriptible.

Lo mejor es la experimentación. La certeza de que no hay certeza, de que el camino tienes que hacerlo tú mismo. El proceso creativo en la  música, hace parte de los momentos invaluables y reconfortantes en este oficio.

Lo regular es la falta de medios. En esos medios incluiré a los escenarios. Nos hace falta profesionalizar los espacios. Los hay pero con carencias. Nadie comprende lo grave que es tener un mal monitoreo, regular backline. Eso influye negativamente en tu show, distrayendo tu ejecución musical, tu conexión con el público por un error técnico.

Lo malo es haber permitido que quedara en pocas manos el destino del rock colombiano.
Tienes que ser un “lagarto” para poder sonar, para tener una exposición en medios masivos. Si no eres una banda “conocida”, casi que ni tienes derecho a pasar una cuenta de cobro de hecho y esto es literal, tienes que pagar para poder tocar, para poder sonar.

Pero dentro de las mejores cosas que me faltó por mencionar en esta aventura del rock’n’roll, es conocer gente cuya pasión y amor por este género universal, supera pretensiones económicas, supera expectativas comerciales, supera afanes de protagonismo, que sin ser irrelevantes en el mundo como lo conocemos, importan muy poco a la hora de hacer arte. Gente que ama tanto el rock, que se enlista como un soldado más. Bien sea desde una banda, desde un estudio, desde una emisora, como público en los conciertos, desde la producción, desde lo visual, desde un portal web. Conocer a estos roqueros de corazón es un verdadero honor. Y acomodando la ya muy traqueada campaña de nuestra milicia colombiana; Acá en las filas del rock también tenemos héroes. Tal vez aún no llenemos estadios, pero si hoy gracias a nuestro trabajo, un joven esquiva ágilmente, la banalidad del reggaeton y logramos unirlo a las huestes del rock, hemos cumplido con nuestra misión en esta vida”

Mauricio Tamayo Tamayo
@mautulin