Contra las adversidades

Phil Collins acaba de reeditar parte de su catálogo en solitario. El mejor pretexto para redescubrir el legado de quien, en su momento, fue el rey de los éxitos radiales.

Por Jacobo Celnik

En 1979 Phil Collins no sabía qué rumbo tomaría Genesis tras la exitosa gira para promocionar el álbum And Then There Were Three, el primero como un trío tras la salida, a finales del 77, del guitarrista Steve Hackett. Collins había tomado el liderazgo del grupo tres años atrás y poco a poco la banda se fue alejando del rock progresivo para inmiscuirse en el pop, sin descuidar sus raíces. La salida de Peter Gabriel significó un gran reto para una agrupación que fue pionera del rock sinfónico. Si bien la industria del disco apoyó esta corriente, a mediados de los 70 se percibía un desgaste por parte del público. Tal vez alimentado por el exceso de virtuosismo y sonidos que se quedaron estancados respecto de nuevas tendencias que conquistaban nuevos oyentes. Y en ese proceso de cambio tuvo mucho que ver Phil Collins, un baterista lírico, virtuoso, con la capacidad de ver más allá de lo coyuntural. Entendió a tiempo que tenía un as bajo la manga del cual debía sacar provecho si quería marcar la diferencia en el mundo de la música junto a Genesis o sin Genesis. Solo estaba esperando el momento indicado para dar el golpe.

Todo se dio en la primavera del 79 cuando su matrimonio entró en una profunda crisis. Collins se recluyó en su casa y empezó a componer canciones de amor y desamor. Su fuente de inspiración, dijo alguna vez, fue Blood on The Tracks, de Bob Dylan, el disco que rinde un homenaje, de manera excepcional, al dolor de una ruptura. Collins recopiló un gran número de temas, pero en ese momento no sabía si el material lo usaría para un disco en solitario o para Genesis, su prioridad en ese momento. Así que las dudas se fueron resolviendo en el otoño del 79 cuando Tony Banks, teclista de Genesis, anunció que lanzaría un disco en solitario. A los pocos meses fue el bajista Mike Rutherford quien se sumó a esta alternativa. Collins entendió que era el momento de pegar un golpe, pero antes lo consultaría con su banda. Lo convencieron de aplazar su debut en solitario y de usar algunas de las nuevas canciones en un disco de Genesis. En marzo de 1980 apareció Duke, el primero de cinco discos que marcaron una distancia radical frente al sonido sinfónico del grupo. Para Duke, Collins cedió “Misunderstanding” y “Please Don’t Ask, dos temas que serían parte de su disco debut. La primera se convirtió en el primer éxito mundial del grupo y amplió sus horizontes. La gira del álbum fue exitosa y Collins ganó relevancia mediática. Sabio, supo capitalizar el éxito del grupo en pro de lo que al cabo de un año sería el inicio de una impresionante carrera en solitario.

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El 13 de febrero de 1981 Phil Collins lanzó a través de Waner Music el álbum Face Value, un disco icónico para una década prolífica para la música. Las doce canciones del álbum denotaron un gran nivel de eclecticismo y virtuosismo por parte del músico. Pero fue el primer corte del álbum, “In The Air Tonight”, lo que elevó a Collins al grado de estrella. La canción llegó a lo más alto en listas, número 2 en Inglaterra y top 20 en Billboard. Dejó en el sonido inolvidable de la batería uno de los momentos memorables para la historia del rock. Tanto la canción como el álbum fueron determinantes en fortalecer la carrera de Collins en solitario, iniciativa que conjugó sin abandonar Genesis. Entre 1981 y 1993, Collins produjo grandes trabajos como Hello, I Must Be Going! (1982), No Jacket Required (1985), …But Seriously (1989) y Both Sides (1993), su último gran disco y el cual es descrito por Collins como su disco más personal.

El año pasado Collins decidió reeditar parte de su catálogo y los primeros en ver la luz a principios de este año fueron Face Value, Hello, I Must Be Going!  y Both Sides, discos tenían serias falencias en sus primeras ediciones en compact disc. Sonaban  acartonados, bajos de volumen y sin diferencias en los planos sonoros. Así que el buen Collins echó mano del productor Nick Davies  y de los avances en tecnología de grabación para darle un nuevo aire a estos tres álbumes. Todos incluyen un disco adicional con demos y versiones en vivo inéditas hasta este año. Tal vez el más interesante de los tres es Face Value, que incluye algunas piezas que luego pasaron al catálogo de Genesis como “Behind The Lines” y una versión temprana de “Against All Odds”, canción que apareció en la banda sonora de la película con mismo nombre de 1984 y uno de los mayores éxitos del músico inglés. Los discos Incluyen un librillo con notas y la foto de la portada fue actualizada al look actual del baterista.  Collins cayó en la moda de reeditar su catálogo, de la misma manera que ya lo han hecho otras agrupaciones, solo que esta vez el pretexto sirvió para acallar rumores sobre su estado de salud. La prensa, en ese afán absurdo de buscar noticias donde no las hay, intentó minimizar el estado actual del músico quien se encuentra disfrutando de la paz de su hogar. Es posible que haya algún show para promocionar estas nuevas ediciones y se rumora un posible retorno de Genesis. El tiempo lo dirá.

 *Publicado en Generación El Colombiano.